......reflexiones y desvaríos de un desarrollador de software..........

15 diciembre 2005

Iceman ( Primera parte)

Aquí estamos de nuevo, se acabó lo bueno.........la semana pasada estuve de vacaciones. Tapé los agujeros que dejaba el puente con días de vacaciones que aún tenía, y me he pasado una semana de fiesta, viaje, cine, novia y sobre todo, tocada de güeva.

Los últimos cinco días de la semana me los he pasado en Jaca, con un escuadrón de amigos, hemos sido 6 en total, y todos de categoría élite. Veréis, los otros 5 colegas, han alquilado un apartamento para pasarse todo el invierno esquiando, que cabrones. La verdad es que me ofrecieron alquilar con ellos el apartamento y unirme así a su causa, la ocupación de Jaca por vascos, y aunque mi respuesta fue negativa parece que lo están consiguiendo. En los 4 días y medio que he estado, he escuchado mas euskera por las calles de Jaca que en toda mi vida en Portugalete.
Al principio estaba casi convencido de coger el apartamento, pero lo medité bastante, y me di cuenta de que hay cuentos aun por inventar por aquí, y que no necesitaba irme a Jaca todos los fines de semana de invierno para amortizar el pastón que sale alquilar un puñetero apartamento en Jaca (que esa es otra).
Pero eso no quiere decir que no pueda chupar del frasco de mis colegas como buen parásito que tengo derecho a ser por el mero hecho de ser su amigo, sin pasarme, solo un puente. Así que puse rumbo a Jaca, dispuesto a esquiar, agarrarme unos buenos morones, y reir.

Llegué el miércoles a la noche, me estaba esperando una deliciosa tortilla de patata y unas botellas de vino. Dios que recibimiento. El resultado, una medio menopea de mejillas coloradas y esa sensación de calorcito en las mismas.

La mañana del Jueves nos levantamos para ir a esquiar a Formigal.....
- ¿Que tal tiempo hace?- dije desde mi cama,
-"Chungo"- respondió un colega, el más responsable, menos cuando bebe.
El cabrón sufre una transformación que me río yo del Dr.Yekyll y Mr.Hide, parece que "digievoluciona". Cuando esta sereno, es el que siempre se levanta el primero, pone el despertador, se ocupa de las llaves, organiza la comida.....en fin, todas esas cosas que si estubieran bajo mi responsabilidad, dormiríamos algún dia en el coche, comeríamos jamón york sin pan, llegaríamos tarde a la estación de esquí, nos ducharíamos con agua fría......que suerte tener amigos así.

Pese al mal tiempo, cargamos la furgoneta con el equipo, con la esperanza de que arriba hiciera buen tiempo y con nuestros propios cuerpos. Arriba la cosa pintaba muy fea. Llovía, mucha niebla, así que decidimos volver para Jaca con una resignación de la hostia, tan grande que entre los 6 comandos que ivamos en la furgoneta junto con el equipo, las ganas de esquiar y la resignación casi no entrábamos en el vehículo, menos mal que la esperanza de buen tiempo se quedó a pie de pista.
Una vez en el apartamento, y visto el día que hacía fuera, discutimos sobre la mejor opción posible. - Bien, no hemos podido esquiar hoy, pero algo podremos hacer- dijo un amigo. -¿Has visto el tiempo que hace fuera?- replicó otro. Yo intervine: -Amigos, no discutamos, creo tener la solución, yo no he venido aquí para perder el tiempo viendo la tele, al menos, ver la tele sereno, ¡emborrachémonos en el apartamento! ¡como mirlos!. A todos les gustó la idea.

El viernes me despertó un amigo, el Dr.Yekyll: -Despierta cabrón, mira que día hace. Me levante de un salto. Sol, dios Apolo, nos has honrado hoy con tu presencia. Equipo, ganas de esquiar y 6 cuerpos pusieron rumbo esta vez a Astun. Al llegar, la decepción nos dio la bienvenida. Nubes, las putas nubes lo cubrían todo, parece que el dios Apolo nos la había vuelto a jugar y se había pirado de picos pardos con alguna diosa de moral distraída, no le culpo, la cosa esta muy mal, pero nosotros volvíamos a estar jodidos. Decidimos subir, porque al menos no llovía, pero como diría uno que se yo, hacía un frío de tócate los güevos. Esquiamos por la mañana sin incidencias, hasta la ultima bajada de la mañana, que decidí "tirarme" por una pista negra, con nieve blanda, sin pisar. No lo había hecho nunca, y algún día tenía que ser el primero. Después de 15 minutos, y unas cuantas hostias, llegué abajo exhausto, derrotado por aquella pendiente, entonces juré por los santos cojones del minotauro, que volvería en un futuro cercano para descender triunfante esta pista.
Pero eso sería mas adelante, de momento me arrastré hasta la cafetería a hacer un recuento de daños y comer un bocadillo de ternera con pimientos. La ternera más dura que he comido, la puta de la vaca, yo creo que hasta en vida era tan dura que bajaba pistas negras sin despeinarse.
Después del descanso, vuelta a esquiar hasta ultima hora, me mantuve como pude, pero dignamente, en mi terreno, pistas rojas con nieve bien pisada. Llegaron las 16:30 y estabamos agotados, así que decidimos que ya habíamos esquiado los suficiente. La bajada hasta el coche fue bastante suave, y por el camino ya había recuperado algo de fuerza, por lo que me animé junto con uno de mis compañeros a bajar la ultima roja del día, los demás nos esperarían en el coche. Una pista que descendía justo hasta la zona donde teníamos el coche, no demasiado larga, sin complicaciones, yo ya estaba cansado, pero la había visto desde el telesilla y quería bajarla para quitar el chincho. Así que pusimos rumbo a esta pista, o eso pensábamos. Bajando y bajando llegamos a una pendiente bastante pronunciada y yo no veía las balizas rojas que delimitan la pista por ningún lado.
-Eh, tío, yo creo que nos hemos equivocado- dije.
-Si, esto es fuera pista, pero tranquilo solo hay un trocito, seguro que ahí abajo empalmamos con la pista roja- dijo mi colega.

Yo estaba muy cansado, y no me apetecía volver a pasar por el calvario de la nieve blanda, pero ya no había vuelta atrás. Empezamos a bajar, yo con muchas dificultades, cada vez mas cansado, llegamos al final de la pendiente y al mirar hacia abajo a mi casi me da algo. La pista roja quedaba como a tomar por culo de donde estabamos, y lo peor, el camino hacia ella era un pasillo que por un lado tenía rocas y por el otro una pequeña caída y mas rocas. Un descuido me condenaría al abismo. Antes de lanzarme examiné la situación: Nivel de dificultad 75%, dureza de la nieve 0,5% dureza de la pierda 100%, nivel de acojono 101%.
-Hay que tener cuidado con las rocas- decía mi compañero, con un casco de ciento y pico euros en la cabeza, mientras que yo llevaba mi gorrito de lana que era eficaz contra el frío, pero no lo había probado contra la roca, y no me apetecía hacerlo aquel día. Dado el nivel de acojone que llevaba encima, opté por utilizar la técnica de la musaraña, la cual consiste en deslizarte ridículamente por la bajada, con los esquís en posición horizontal y apoyando los bastones en el suelo para no embalarse. No me enorgullezco de ello, pero en aquel momento, me pareció la mejor opción. Finalmente llegué "reptando" hasta la pista roja, completamente extenuado, tanto que el llegar al coche, incluso por nieve pisada, me costó lo suyo. Cuando llegué estaba tan cansado que, parafraseando a Fuckowski, "sentía hasta el peso de mis pelotas......y era insoportable. Estuve a punto de cortármelas".

Continuará.........

Salu2.Tr0Y